Y de Colonia nos fuimos a Aquisgrán o Aachen, a tan sólo una hora en coche y ya muy cerquita de la frontera Holandesa. Su casco antiguo tiene muchísimo encanto, con sus callejuelas empedradas, plazas, terrazas, tiendas...
En esta ciudad estableció Carlomagno su gobierno a finales del siglo VIII y mandó construir la Capilla Palatina, de planta octogonal e inspirada en el arte bizantino, para su uso personal. Más tarde se iría ampliando hasta componer lo que ahora es toda una catedral y fue uno de los primeros lugares en formar parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.
También merece la pena echar un vistazo al ayuntamiento, situado al lado de la catedral.
Y justo enfrente de la fachada de la catedral, en una placita formada en el cruce de dos calles, nos encontramos con este bar: Albrecht Dürer Stube.
Un bar tranquilo, bien puesto y sobre todo local. Esta cualidad me parece indispensable a la hora de elegir dónde comer cuando estoy de vacaciones y siempre procuro huir de los sitios atestados de turistas.
En el menú los platos estaban descritos en inglés, lo cual ayudó mucho, pero además la camarera, una señora de lo más simpática, nos explicó en medio inglés medio alemán los platos que no estaban en la carta. Uno de ellos era esta tortilla rellena con patatas, champiñones, bacon, jamón y cebolla, que estaba deliciosa y probaré a hacer en casa.
Las currywurst, caseras y servidas con salsa de tomate, cebolla y patatas fritas, también estaban bien ricas.
Otro plato típico que probamos es el schnitzel, o escalope de cerdo, acompañado de una salsa de nata y champiñones y patatas fritas.
Y de postre unos huevitos de chocolate tan típicos de la Semana Santa
Otra cosa que llama la atención al pasear por las calles de Aquisgrán son los escaparates de sus pastelerías y panaderías, repletos de distintos tipos de pasteles, bollos y panes, todos con una pinta espectacular. Pero si algo está siempre presente son las printen. Las printen son unas pastas típicas de la zona (y con denominación de origen) aromatizadas con varias especias, entre las que sólo consigo distinguir el anís. Las hay solas y recubiertas de almendras o chocolate.
Qué buen viaje Ido!!! qué cosas tan apetecibles para comer...umm y el chocolate...espectacular!!
ResponderEliminarbicos
Idooooooooooooooooooo, después de ver esos platazos, NECESITO IR A ALEMANIAAAAAAAAAA!!! aunque no entienda ni papa jajaa!!!! precioso pais!!! ;-))
ResponderEliminarLa suegra de mi hija es de Alemania, que platos creo que no se pasa hambre, bonitas fotos muchas gracias.
ResponderEliminarIdo, cada vez me dan más ganas de volver a Alemania, me estás poniendo los dientes largos, me encanta y, encima como llevo a mi marido de traductor oficial, jejeje, nos enteraríamos casi de todo, porque se le ha olvidado algo el idioma pero, se defiende muy bien, así que, hala, que voy a preparar las maletas y me piro ya mismo
ResponderEliminarBuffff, me encanta la comida, que bueno
Besotes guapetona
Qué bonitas las fotos, se ve un lugar tranquilo, al menos aparentemente y esas comidas, una delicia.
ResponderEliminarCasi nos podemos sentir transportados.
Besos.