CAFÉ OLIVIER

Este fin de semana no toca receta, sino un bar de obligada visita para todo aquel que venga a Utrecht: el Café Olivier.

El café Olivier se encuentra en pleno centro de Utrecht, junto al centro comercial de la estación de trenes, Hoog Catherine, la calle peatonal de tiendas Steenweg y la plaza del mercado. Con esta situación tan exclusiva, siempre está de bote en bote y no es nada fácil conseguir una mesa para cenar.

Por fuera, parece un bar normal y corriente...

 ... pero cuando atravesamos la puerta nos encontramos con esto:

Sí, se trata de un iglesia católica. Y a uno le asaltan de inmediato dos dudas: ¿cómo una iglesia tan grande puede estar tan escondida y no verse desde fuera? ¿y cómo es posible que una iglesia sea profanada para convertirla en un bar?

Todo empezó en 1581, cuando el catolicismo fue prohibido en los Países Bajos. A partir de entonces, y hasta 1813, los católicos tuvieron que esconderse para seguir profesando su religión. Por un lado, las iglesias que ya existían fueron usurpadas y utilizadas para otros propósitos, y por otro surgieron iglesias clandestinas.

Por todo ello, hoy siguen existiendo en los Países Bajos muchas iglesias que funcionan como bares, restaurantes, salas de concierto e incluso librerías.

El café Olivier es una de esas iglesias reconvertidas y merece mucho la pena visitarlo no sólo por su singular apariencia. Dispone de una amplísima variedad de cervezas, y si no te decides por ninguna, no dudes en preguntar a los atentos camareros, que te ayudarán a elegir la más adecuada a tu gusto.

En cuanto a comida, es un sitio perfecto para probar algunos de los platos más típicos de Holanda y Bélgica: bitterballen (croquetas holandesas) para picar, uitsmijter para el almuerzo y mosselen para la cena, son sólo algunos de los platos que podrás encontrar.

Así que ya lo sabes, si algún día visitas Utrecht, no puedes dejar de visitar este café tan singular.


Web oficial: http://utrecht.cafe-olivier.be/