El sábado pasado se esperaba que Sinterklaas llegase a la Weerdsluis de Utrecht hacia la una del mediodía en su barco de vapor, así que allí nos fuimos a recibirle.
Llegamos media hora antes, y aunque aquello ya estaba repleto de niños disfrazados del famoso obispo o de Zwarte Piet que chillaban emocionados, conseguimos abrirnos hueco para no perder detalle.
Mientras esperábamos, una señora que no veíamos animaba a los niños cantando canciones navideñas que ellos coreaban, al son de una banda. Hasta el mismísimo al alcalde se unió al espectáculo.
Poco después Zwarte Piet emergió de un barco, aferrado a una larga que tela que colgaba de una grúa...
... y comenzó un baile lleno de acrobacias agarrado a ella.
Y Sinterklaas seguía sin llegar... así que aproveché para contar a mis amigas que Sinterklaas es un obispo que cada año a mediados de noviembre llega a Holanda en barco, procedente de Madrid, y acompañado de su ayudante Zwarte Piet (o Pedro el negro). Muchos piensan que es una tanto racista que el ayudante tenga que ser negro, y reclaman que sea blanco, aunque otros aseguran que relamente no es negro, sino que está manchado de hollín de tanto descolgarse por las chimeneas para dejar los regalos de los niños.
Y entonces aperecieron las primeras barcas... llenas de Zwarte Piets! Algunos hacían acrobacias...
...otros tocaban música...
... y los más afortunados acompañaban a Sinterklaas en su barco de vapor, lleno de regalos.
Y para el que no se crea que vienen desde España, atención a la bandera del barco...
A continuación, el obispo desembarcó, fue recibido con todos sus honores y fue en su nuevo caballo blanco Amerigo (el anterior, también llamado Amerigo, se jubiló a principios de este mes después de 20 años de fiel servicio) hasta la torre Dom de Utrecht, donde continuó el espectáculo.
Ahora ya sólo queda esperar al 5 de diciembre para abrir los regalos, pero mientras tanto pondremos cada noche una zanahoria para Amerigo en los zapatos, y despertaremos con una golosina a cambio.
En estas fechas aquí no hay turrón ni polvorones, aunque tienen otros dulces bien ricos, como la amandelstaaf, que es una especie de barra de hojaldre rellena de una pasta de almendras...
... las kruidnoten o pepernoten (galletitas especiadas con canela) y sobre todo, ¡las letras de chocolate!
¡Ah! Y si nos portamos mal, Sinterklaas nos llevará de vuelta a España con él. ¿Quizás nos convendría ser un poco malos?